Dicen que escribir los textos de una web optimizados para Google hace unos años era una tarea mucho más difícil que ahora. En aquel entonces había que escribir pensando en los motores de búsqueda sin perder de vista que el texto tuviera también sentido para los lectores de la web.
Hoy en día la situación ha cambiado gracias a los enormes avances que están haciendo los algoritmos de los buscadores, que son más poderosos que nunca y permiten que el escribir en una web sea muchos más sencillo que antes, ahora puedes escribir practicamente igual que si no tuvieras en cuenta que te están leyendo los robots de los buscadores.
Eso les facilita mucho la labor a los redactores de texto, porque antes se tenían que debatir entre su capacidad de escribir buenos textos y la necesidad de acomodar una y otra vez palabras repetitivas o estructuras artificiales.
Hoy en día son los usuarios los que les indican a los spiders qué contenido es relevante al comentarlo en las redes sociales y eso se consigue con textos interesantes para personas.
Naturalmente todavía se pueden optimizar otras cosas que no son estrictamente contenido, como las etiquetas <h1>, <h2> o enlaces a sitios web interesantes, pero pienso que muchas viejas prácticas de optimización han perdido su utilidad como las herramientas automatizadas o la compra de enlaces e incluso pueden distorsionar la imagen que se hagan los buscadores de tu web.
Resumiendo, en mi opinión la base de la optimización para buscadores puede ser el contenido de calidad (y cantidad), y las redes sociales, porque aunque antes los enlaces eran la base para el posicionamiento de una web, hoy en día parece que cada vez importan menos en comparación con la presencia de tu contenido en las redes sociales, los enlaces que antes eran manipulables ahora son personas compartiendo tu contenido.